Tu que habitas en los recodos de mi ilusión,
Deja pasar la luz de mi corazón para ser el guía de tu amor.
Te seducirán mis dulces palabras
Acompasadas de sonrisas calladas.
Sentirás estremecimiento si mis brazos rodean tu cuello
Te enamoraras de mis y cálidos besos.
recorriendo, tus manos, tu cara, tu cuerpo.
Hasta colarme en tu alma.
Solo con mirar la ternura de mis ojos,
Ellos te dirán lo mucho que te han de amar.
Podrás escuchar el afónico eco de mi corazón
Gritando amor sincero, gritando amor eterno.
Un amor lleno de sed, tu húmedo brindis ha conseguido
Que hasta el final yo te adorase.
Ese amor que un día en mi despertaste,
Reviviendo y haciendo desaparecer poco a poco
Día a día mis grandes y oscuros temores.
Seguimos el instinto
Con una flor en la mano nos esperamos
Ese amor que un día en mi despertaste,
Reviviendo y haciendo desaparecer poco a poco
Día a día mis grandes y oscuros temores.
Seguimos el instinto
Con una flor en la mano nos esperamos
Con amor callado en la otra así nos amamos.